En éste curso nos enfrentamos a uno de los paradigmas matemáticos que acompañarán a nuestros niños/as a los largo de buena parte de su vida académica : LOS PROBLEMAS.
No es tarea fácil enfrentarse a esa multitud de supuestos, que les obligan a resolver situaciones imaginarias o muy lejanas a lo que son sus tareas cotidianas, (euros de la compra, cestas de huevos que se llenan y se vacían, turistas que entran y salen de algún castillo…) En algunos casos, ni siquiera tienen la madurez suficiente como para comprender lo que el enunciado del problema les propone, llegando así a una especie de bloqueo en el razonamiento lógico matemático , que solo consigue decepción y frustración.
Hace unos días leí un estudio reciente que demostraba la relación existente entre LA LECTURA y LAS MATEMÁTICAS, los resultados eran obvios : a mayor nivel lector, mejores eran los resultados en matemáticas. Esto es lógico ya que las matemáticas usan un lenguaje complejo y formal que cuesta llegar a dominar y que requiere de mucha técnica, constancia y paciencia.
A la edad de nuestros niños/as, la lectura es inmadura y carece de estrategias sólidas que les permitan tener todas las destrezas necesarias de comprensión y expresión para comprender textos cargados de datos y preguntas.
Lo mejor es no perder la paciencia, no tener miedo a los datos e ir paso a paso seguros de estar DEDUCIENDO la solución. Es importante que verbalice el problema, los datos, que se lo cuente a sí mismo con sus palabras y que tenga al lado una hoja en sucio para visualizar el problema con dibujos o números que le ayuden a simplificar lo que con la lectura ha quedado en suspenso.
Pronto irán teniendo confianza en sí mismos y seguridad a la hora de exponer sus razonamientos y de ejecutar las operaciones.
Os dejo un breve vídeo muy interesante sobre el tema, os puede servir para echar una mano a nuestros niños/as cuando la paciencia y los recursos estén a punto de llegar a su fin…Un beso.